miércoles, 20 de enero de 2016

NO IGNORES TU DEPRESIÓN




LA DEPRESIÓN a veces se denomina como el “perro negro”.
Igual que un perro real, se le debe abrazar, comprender y enseñar nuevos trucos, hasta que siga a su amo muy de cerca.
Vivir con un perro negro (vivir con la depresión).
- Algunos cuidadores suelen decir:
·“¡Todo está en tu cabeza!”, pero no debes decirlo, deja esas palabras a los profesionales.
·¡Sé un hombre, sé una mujer!, sin duda esto no ayuda, especialmente si ya lo eres.
La depresión es una enfermedad, no un signo de debilidad.

- Cosas buenas que puedes decir y hacer como cuidador de la persona con depresión:

·Debes ser sensible al tocar el tema, muchas personas no están acostumbradas a hablar sobre su salud menta...o la falta de ésta.
·Trata de escucharle más y abrirle tu corazón. El estar allí para alguien, sin dar tu opinión o juzgar, es uno de los mejores regalos que puedes hacer.
·Aliéntales a que busquen ayuda profesional. Ayúdales a encontrar un buen psicólogo o psiquiatra.
·Anímales a hacer cualquier forma de ejercicio. El estar en forma le roba poder al perro negro que está en su cabeza (a la depresión).
·Ayúdales a desarrollar una estrategia para simplificar su vida, tanto en casa como en el trabajo.
·Como cuidador, no actúes como si fueras un general y no des órdenes ni consejos no solicitados. El ser considerado y gentil siempre será de ayuda, pero no trates de contagiar tu alegría. A menudo esto puede hacer sentir aún peor a la persona con depresión.
·No digas a la persona con depresión que en este mundo hay personas que están peor. Esto solo agrega sentimientos de culpa y desesperanza.
·Es vital que como cuidador tengas compasión, empatía y seas compresivo, pero es importante que reconozcas que tú solo, no tienes el poder para rescatar a tus seres queridos. La ayuda profesional es a menudo lo que necesita.
·Como cuidador, debes preservarte, porque puede ser difícil evitar sentir ira, crítica, negatividad y empatía. Es importante que te des cuenta de esto; en realidad es la depresión la que está ladrando, no la persona a la que estás cuidando. El estar sobreexpuesto al perro negro de una persona puede ser contagioso. Una pena entre dos es menos atroz, pero debes evitar dejarte atrapar en el torbellino.


El estrés es uno de los mayores conductores de la depresión. Menos estrés significa menos perro.
Haz un plan de acción para eliminar al perro negro.
La depresión que es ignorada puede convertirse en un problema grande.
Para la recuperación se hace necesario aceptar que existe un perro negro (que existe la depresión) en tu vida y que las cosas cambiarán con el tiempo y con la ayuda profesional necesaria, porque no puede salir uno solo. Ten presente que si tienes depresión, nadie te podrá ayudar hasta que realmente te comprometas a ayudarte a ti mismo con la ayuda profesional y de tu entorno más cercano.
Un consejo muy importante tanto para el cuidador como para la persona que tiene depresión, es reconocer y respetar las propias necesidades, impedimentos y límites personales. Las situaciones difíciles pueden ser afrontadas de una manera más eficaz cuando estás calmado, y en el momento adecuado.
Un obstáculo para buscar ayuda profesional puede ser la parte económica, pero el coste de no obtener la ayuda adecuada puede ser considerablemente mayor, te puede costar tu matrimonio, tus amigos, tu trabajo y aún tu propia vida.
Si tienes un perro negro en tu cabeza que te hace sentir muy mal (si estás deprimido/a), busca ayuda profesional, déjate ayudar y siempre mantén la esperanza. Tu malestar pasará.

Os presento un vídeo muy ilustrativo sobre la necesidad de cuidarte de la depresión del “perro negro” que en ese momento tienes en la cabeza y al que debes dominar.


Psicóloga y Psicoterapeuta Úrsula María Moreno Valle.