Es mucho mejor y saludable para nuestra salud y bienestar que, el pasado
nos sirva sólo para aprender de él, no para vivir en él.
Y que el futuro debe ser sólo una orientación hacia dónde queremos ir, y cómo queremos llegar.
Aprender a no vivir en el pasado. La vida es hacia delante, retroceder es imposible.