martes, 21 de abril de 2015

ADOLESCENTES




TU HIJO ADOLESCENTE



Tratemos de comunicarnos con nuestros hijos adolescentes, aunque en ocasiones nos cueste porque estemos enfadados con ellos. Todos tenemos derecho a equivocarnos, y todos podemos rectificar nuestro comportamiento y nuestras actitudes ante las situaciones que se nos presentan cada día. No podemos perder la comunicación con nuestros hijos, porque entonces, perdemos la capacidad de educarles.
Algunos consejos prácticos para dialogar con nuestros hijos adolescentes:
  •   Buscar el momento y el lugar adecuado para iniciar la conversación.
  •  Tener en cuenta que es importante esperar a que ambas partes estén en condiciones de hablar.
  •   Utilizar las formas y tonos adecuados.
  •   Concretar al máximo los acuerdos, lo cuales, deben ser equilibrados y realistas.
  • Si no se cumple lo pactado, pedir explicaciones de manera adecuada.          
Debemos reconocer a nuestros hijos los esfuerzos realizados, por su comportamiento, por sus capacidades, por sus actitudes, elogiarles y halagarles cuando hacen las cosas bien. Solamente desde la percepción de cosas buenas en ellos, podremos solicitarles que se esfuercen en cambiar otros aspectos menos agradables. Hagámosles que se sientan importantes y queridos. Podemos llamarles la atención, reconducirles, recriminarles determinados comportamientos, solo si previamente les hemos hecho conscientes de que nos importan.
Debemos hacerles responsables de las decisiones sobre su vida, pero siempre tutelada por sus padres. Cuando los adolescentes sienten que son responsables de sus actos, suelen funcionar mejor que cuando creen que están siendo controlados, porque quieren demostrar que son capaces de hacer las cosas correctamente y que se puede confiar en ellos.
Intentemos desarrollar en nuestros hijos un espíritu crítico para que puedan defenderse y hacerles frente a las dificultades de la vida y de las influencias negativas.
Educar en valores es una fuente de inversión en nuestros hijos, la responsabilidad, la coherencia, el respeto, la solidaridad, el esfuerzo, etc.
Debido a que la adolescencia es una etapa que se caracteriza por la acción, facilitemos que participe en diferentes grupos culturales, deportivos, etc., de manera organizada y positiva para esta nueva etapa de desarrollo.
Es necesario que los padres sean flexibles a la hora de relacionarse con su hijo adolescente.


Psicóloga y Psicoterapeuta Úrsula María Moreno Valle.